Puede ser que el motivo por el que el coaching está de moda sea porque los psicólogos no nos sabemos vender, pero: ¿Qué es el coaching y en qué se distingue de la psicología?
Mi opinión es que el coaching no conforma una disciplina en sí misma distinta a la psicología, simplemente proporciona un lavado de cara a algo que los psicólogos han estado haciendo durante años pero utilizando una terminología diferente, más atractiva a la hora de vender. Se obvia el pasado, los trastornos y las patologías, y se centra en descubrir los potenciales que tiene el cliente para superar objetivos muy concretos que éste mismo ha marcado, dando como resultado una inversión de tiempo leve y una inmediata recompensa que probablemente no sea duradera, pero si lo suficientemente tentadora como para seguir consumiendo el producto. Y además se puede aplicar a todos los ámbitos: empresa, familia, deporte… no en vano éste sector de negocio: el coaching, ha sido una de las áreas empresariales de mayor crecimiento este último año con un aumento de un 80% respecto anterior.
Pero me estoy precipitando, en toda discusión primero habría que definir el concepto que vamos a tratar con el objetivo que todos podamos entenderlo de forma objetiva. Juntando un par de las definiciones más sencillas y concisas que he encontrado por la red, el coaching se podría definir como:
“La metodología de aprendizaje interpersonal desde el asesoramiento o acompañamiento de una persona que asume el rol del coach (maestro) y otra que asume el rol de coachee (aprendiz) con el objetivo de conseguir alguna meta o de desarrollar habilidades específicas.”
Ummm… ostras, pues a decir verdad esta definición no parece mostrar diferencia alguna con lo que se hace en psicología, a parte de los términos: coach y coachee, que tienen una sonoridad y frescura en boca casi tan bonitas como el término: “marqueting”.
Si bien la definición no propone nada nuevo, enfatiza algunos aspectos distintos a lo que podría ser la definición de “terapia.”
Como en los detalles se halla la diferencia, después de navegar un poco he conseguido recopilar lo que algunos coach de profesión listan como aspectos que distinguen coaching y psicología:
- “el coaching no atiende a patologías”
Para mí éste es el único argumento lícito para fomentar dicha distinción formalmente. Sin embargo: qué define una patología ¿el criterio de normalidad, el de causa-efecto, el bienestar personal, la consciencia de tener un problema…? Estoy bastante seguro que la discusión está sobre la mesa y las categorías diagnósticas siguen evolucionando, por lo tanto me parece insuficiente que ésta sea la idea que sustenta el coaching como una disciplina por sí misma. Y en caso que pudiéramos distinguir fría y claramente lo que es patológico de lo que no lo es ¿cómo pueden estar seguros los coach de no estar tratándolo cuando la mayor parte de ellos no tiene una formación en psicología ni patología?
Todo ello, sin tener en cuenta que durante años han acudido al psicólogo personas con motivos de consulta que nada tenían que ver con el componente patológico o que ni tan solo tenían consciencia de estar padeciendo un problema: temas de descubrimiento personal, asesoramiento matrimonial, malestar emocional… ¿se ha estado haciendo coaching sin saberlo todo este tiempo?
- “En el coaching hay clientes, en terapia pacientes”
Derivado del anterior punto, pero al fin y al cabo una cuestión mnemotécnica para evitar etiquetas que se pueden considerar peyorativas y cuyo resultado hace más atractivo el producto para quienes no les guste aceptar que tienen un problema.
- “tienen objetivos diferentes y se emplean técnicas y recursos diferentes”
Cada psicólogo, cada intervención terapéutica y cada escuela psicológica tiene distintos objetivos, técnicas y recursos; pero no por ello los tratamos como una disciplina a parte.
- “En el coaching generalmente se trabaja hacia el futuro que quiere ser diseñado por el cliente, modificando el presente. La terapia suele comenzar por el pasado”
No voy a malgastar líneas describiendo lo equivocado que me parece no tener en cuenta los motivos que llevan a una persona a desarrollar un problema y las repercusiones de esa omisión durante el tratamiento. Queda claro que el proceso de coaching no es ni completo ni exhaustivo, y esto tiene riesgos.
- “El coaching no requiere formación académica superior”
¿Eres mecánico, ingeniero de telecomunicaciones o técnico informático y pasas más tiempo de tu vida delante de una máquina que con seres humanos? no importa, tú también puedes ser coach haciendo cualquier curso intensivo. Los hay con una duración menor a una semana, pero igualmente te capacitan oficialmente para el ejercicio profesional.
Si en anteriores entradas del blog me quejaba de la falta de regularización entre los psicólogos clínicos, en el coaching la desregularización que hay es total. Por supuesto, habrá gente más y menos competente como en todos lados, pero al comparar ambas disciplinas, estamos poniendo al mismo nivel a un universitario con máster/pir y a cualquier iluminado que haya pagado por un cursillo online de fin de semana (que también los hay.)
En conclusión, para mí el coaching es sinónimo pragmatismo emocional. Un parche para arreglar un descosido que de forma barata y rápida te saca del apuro, no hace falta saber demasiado de costura para ponerlo y seguro que muchos pueden arreglárselas para ir tirando con el apaño durante mucho tiempo, puede que para siempre e incluso los hay que estarán orgullosos de ello. Pero también habrá quien prefiera ir de una sola pieza o a quien el parche se le despegue y se ensanche demasiado la brecha para que nada lo pueda tapar.
El coaching puede ser una buena herramienta en muchos casos, pero desde mi punto de vista: siempre como un complemento y realizado por profesionales bien formados o en su defecto, bajo la supervisión de éstos.
Graacias porque por fin he podido aclarar el concepto de “coach”. Hace tiempo tuve un debate con una persona que decía que un psicólogo y un coach era lo mismo, lo que el estudio de este último todavía no era reconocido como carrera… por más que le explicaba que me parecía imposible que un coach llegara al conocimiento de un psicólogo cuya formación dura 4 años (en grado), seguía afirmandomelo… basicamente acabé el debate porque no tenía el conocimiento suficiente para hablar de lo que es un coach. Por otra parte, veo que muchos psicólogos hoy en día se están formando en coaching, o que en sus currículums ponen “psicólogo y coach”, y esto la verdad es una cosa que a día de hoy no entiendo, no sé si es porque se usa como especie de recursos o técnica específica, o como bien dice tu artículo, vende más…. Felicidades por tu blog, me parece muy interesante, y creo que me puede ayudar a aprender bastante. Un saludo!
Muchas gracias! Me alegro que te haya servido el post. Tienes toda la razón en lo que dices: el coaching está de moda, incluso entre los psicólogos. Aun que también es cierto que sigue habiendo bastantes que aún somos críticos al respecto.