Los videojuegos se tienden a relacionar con aspectos negativos como la violencia, el aislamiento o la adicción. Pero ¿qué pasa con sus aspectos beneficiosos? ¿existen?

Varios testimonios de la última charla del colegio de psicólogos en Barcelona sobre la adicción a los juegos online me inspiraron a recopilar lo que personalmente considero los cinco mejores beneficios psicológicos que ofrecen los videojuegos:

1 – Promueven el trabajo en equipo y la empatía: La tendencia de la industria se dirige hacia la experiencia multijugador y lo vemos en el tremendo éxito de los mmorpg y el enfoque de las más novedosas franquicias (GTA, Final Fantasy, PES, candycrush…) actualmenta a penas se conciben juegos exitosos sin modo online, y esto significa cooperación: la necesidad de entender las motivaciones de los demás jugadores, liderar equipos, gestionar clanes y en definitiva: empatizar con otros.
2 – Disminuyen el riesgo de sufrir depresión: Un reciente estudio de la Universidad Estatal de Carolina del Norte (EEUU) publicado en “Computers in Human Behaviour” encontró correlación positiva entre la frecuencia de uso de videojuegos y el bienestar emocional y social. “La investigación sugiere que existe un vínculo entre el juego y una mejora emocional” manifiesta el Dr. Jason Allaire, principal autor del estudio.

3 – Incentivan la competitividad y la motivación: La competición es una importante fuente de motivación, tal y como evidencian las teorías de la psicología del deporte o el coaching. Es un valor recurrente en nuestro día a día y algo que tendimos a premiar en muchos ámbitos de nuestras vidas: laboral, deportiva, social, académica… competir nos obliga a mejorar el rendimiento personal y batir nuevos records.

4 –  Mejoran el enfoque y la concentración: la conducción, los disparos o los recorridos por plataformas son tareas que requieren una gran precisión y capacidad de concentración. Los videojuegos simulan en muchas ocasiones una situación de aparente estrés donde se requiere el uso de estas capacidades de forma instantánea y prácticamente automática. Esto sumado a la constante repetición de patrones y niveles, se traduce en un reforzamiento de los circuitos neuronales encargados de éste tipo de tareas y por lo tanto: una mejor ejecución futura.

5 – Refuerzan las bases del aprendizaje social y la adaptación: Los videojuegos requieren que sus jugadores interioricen una serie de reglas completamente nuevas a través de la imitación o la observación; ofreciendo una serie de recompensas ante la actuación concordante con dichas reglas.. Así pues, los jugadores de cualquier tipo de videojuego están sometidos a un aprendizaje plenamente conductual que apremia la adaptación y adquisición de un sistema normativo. Que esto se suceda en un entorno lúdico además permitirá un mayor inprinting y favorecerá la repetición de aprendizajes también en otros ámbitos.