Éste viernes se ha aprobado en España el anteproyecto de ley según la cual será ilegal tratar de abortar y ofrecer servicios de interrupción del embarazo. ¿Estrategia política, imposición moral, cortina de humo, religión? Sea por los motivos que sea, esta ley tiene repercusiones a nivel psicológico y especialmente en el campo de la sexología ¿cuáles?
En primer lugar, ésta ley solamente contempla dos supuestos en los que se permitirá realizar la aborción: en caso de violación, o cuando exista un riesgo para la salud física o psíquica de la mujer.
Y yo me pregunto, ¿a caso no es un riesgo para la salud psíquica de la mujer (y del futuro niño) tener que llevar al mundo y cuidar a un hijo al que no se quiere? De hecho, hay múltiples patologías asociadas al embarazo, la sencilla existencia de las cuales ya es motivo suficiente para asumir que se está exponiendo a la mujer a ciertos riesgos psicológicos. Pero, ¿quién va a valorar éstos supuestos y en base a qué? En mi opinión, simplemente se está dando carta blanca a psiquiatras y jueces para tomar decisiones en nombre de las personas realmente afectadas.
El miedo al embarazo no deseado
Ésta ley pone más presión, estrés y ansiedad alrededor de las relaciones sexuales que ahora podrían tener consecuencias irreversibles en caso de embarazo; preocupación que sin duda empeora el pronóstico en la mayoría de trastornos sexuales y favorece la aparición de algunos de ellos, especialmente los relacionados con el deseo sexual como la aversión al sexo.
Desaparece el sexo por placer
Los métodos anticonceptivos no son 100% fiables, de modo que sin la opción de interrumpir el embarazo, las relaciones sexuales nunca estarán del todo exentas de fines reproductivos. Eso atenta contra todas las teorías y las personas que interpretan las relaciones coitales como una forma de ocio y de experimentar placer en la pareja.
El peor momento
Es imposible evitar en su totalidad los embarazos no deseados, incluso con las mejores estrategias preventivas y planes de educación sexual. Pero nos encontramos en épocas de recortes en las que los talleres y recursos destinados a informar y prevenir son cada vez más escasos y precarios. Si no educamos bien a las nuevas generaciones y además les privamos de alternativas, las consecuencias pueden ser nefastas. ¿A quién beneficia entonces ésta ley?
Antes que nada, un saludo.
Me llamó la atención tu artículo en el que argumentas en contra de una modificación legal, haciendo una pregunta que invita al morbo “¿Estrategia política, imposición moral, cortina de humo, religión?” donde das a entender que la posición contraria, es decir, la que permita el aborto, no fuese producto de estrategia política, imposición moral, etc. Considero que la pregunta no promete objetividad en la nota. Pero ese es tu estilo y lo respeto.
Al contenido:
Dices: “¿a caso no es un riesgo para la salud psíquica de la mujer (y del futuro niño) tener que llevar al mundo y cuidar a un hijo al que no se quiere? De hecho, hay múltiples patologías asociadas al embarazo, la sencilla existencia de las cuales ya es motivo suficiente para asumir que se está exponiendo a la mujer a ciertos riesgos psicológicos.”
De los dos supuestos en los que se permite el aborto y que, en consecuencia se prohiben los demás, tú desprendes el riesgo para la salud psíquica de la mujer y del niño, lo cual no niego, pero tales riesgos no son suficientes como para protestar por una reforma como la comentada. Los riesgos psíquicos son incomparablemente menores, axiológicamente, que el aborto inducido. No vas a comparar la pérdida de la salud o, mejor dicho, suspensión de la salud, con la pérdida total de un ser humano.
No es fatal un destino pesimista para una mujer que no tiene más supuestos para abortar, ni tampoco lo es para un futuro niño quien, en un momento dado, no es querido, pero eso no significa que no pueda ser querido por su propia madre o, en su caso, por otra persona.
Se puede aprender a querer.
Luego dices: “En mi opinión, simplemente se está dando carta blanca a psiquiatras y jueces para tomar decisiones en nombre de las personas realmente afectadas.”
Aquí está el meollo del asunto, si hablas de personas realmente afectadas ¿a quiénes te refieres, solo a la madre, sin considerar el feto?
Yo te pregunto ¿cuál es la naturaleza del feto, como para que pueda ser considerado abortado o no? ¿cuál es la naturaleza metafísica del feto?
No me ocupo de los demás apartados que indicas en tu nota: “El miedo al embarazo no deseado”, “Desaparece el sexo por placer” y “El peor momento” son argumentos interesantes pero secundarios a la cuestión que te indico.
De antemano, agradezco la oportunidad por expresar el comentario en tu espacio.
Siempre es un placer recibir replicas elaboradas y de calidad.
Estoy de acuerdo contigo en que todos los cambios de rumbo responden a algo, sean estos a favor o en contra. En éste caso creo que lo que tiene sentido es plantear las motivaciones sobre lo ocurrido: un plan de modificación de ley, y por ello no increpo sobre las causas referentes a otros asuntos.
Entiendo también que para las personas contrarias al aborto, la principal preocupación y el kit de la cuestión sea: ¿en qué momento consideramos un feto un ser humano de pleno derecho? Sin embargo, para mí eso es tan importante como la conservación de la misma libertad que las personas tenemos de poder elegir si queremos o no tener descendencia.
Respecto a tu pregunta, no entiendo muy bien qué quieres decir con lo de la naturaleza metafísica, si con ello te refieres al alma o espíritu, tengo que confesar que no comparto esa creencia. Para mi, lo que hace único al ser humano es su capacidad de razonamiento, y eso puede explicarse sin necesidad de recurrir a lo metafísico.
De todas formas, es interesante conocer otros puntos de vista y por ello agradezco tu comentario.
Hola, buenas noches.
La Metafísica es la llamada Filosofía Primera, ciencia del ser en cuanto al ser, cuya parte central es la Ontología, principal rama de la Filosofía; no tiene nada que ver con la superchería (fantasmas, ocultismo, etc). Aunque en ella se discuten los seres en general, en un plano más abstracto que las Filosofías segundas (Física, Química, Psicología Experimental, Sociología, etc.,) hay puntos de discusión en la llamada Psicología Racional, hoy día denominada Antropología Filosófica, donde sí se habla de la existencia del alma, la razón, libertad y otros temas desde el punto genitivo. Todos estos tópicos se abordan desde el punto estrictamente racional auxiliándose de las ciencias experimentales, no tiene que ver la fe solamente coinciden los temas en uno y otro método. Aunque sí hay filósofos creyentes como los hay ateos.
Luego, cuando te preguntaba sobre la naturaleza metafísica del feto, me estaba refiriendo a qué tipo de ser es tal ente. Así podría esclarecer la discusión sobre el tema, dándole las bases filosóficas para su posterior discusión científica.
La Filosofía, junto con el auxilio de las demás ciencias, ha desarrollado una bien cimentada Antropología que puede dar luz a temas de muy diversa índole. Aunque, actualmente, se le ha dado más énfasis a ciertas ideologías como el perspectivismo ético, pragmatismo, etc., de las cuales algunas ciencias como el Derecho, la Psicología, Economía, etc., se han visto afectadas y tienden a evadir la discusión metafísica estancándose en los criterios derivados de la eficacia o utilidad. Se están creando nuevos temas tabú que no son cuestionados porque las discusiones se centran en un nivel científico horizontal y se desdeña la discusión vertical filosófica; de hecho, varios estudiantes de algunas disciplinas como el Derecho, Psicología, Sociología, por decir algunas, no cuestionan ni sus propios métodos de estudio o las influencias ideológicas que están detrás de tal o cual teoría científica, por falta de bases filosóficas, por ello caen en los llamados monismos o reduccionismos, así tienes a médicos que hablan del tema de la libertad sin hacer un análisis fenoménico o fenomenológico del mismo, ni mucho menos histórico y creen que su punto de vista abarca totalmente la explicación del fenómeno estudiado, cometiendo falacias; economistas que hablan de la felicidad sin reparar en cuestiones que van más allá del análisis pecuniario; abogados que hablan de “justicia” cuando no saben distinguir entre una posición kantiana, de una contractualista, etc. Lamentablemente, la cátedra de Filosofía en la preparatoria es muy básica y en varias universidades no pasa de ser una materia más y sin conexión, aparente, con el resto de materias.
Me parece que el plano empírico ha privado en el contexto de las discusiones de este tipo de temas, creo que se ha descuidado en general debatir sanamente sobre la naturaleza de los entes o seres sobre los que recae el debate. Creo que si se duda de la naturaleza metafísica de un ser como el feto, por lo menos, en vez de aniquilar para siempre su estatus viviente, me parece que la duda debería de favorecer a quien vive, hasta en tanto no se resuelva su carácter lo cual era, precisamente, el punto que buscaba me aclarases para basar la discusión.
¡Saludos!