¿Te limitan tus miedos? Te has planteado alguna vez qué cosas harías si no tuvieras miedo a perder, al que dirán, a equivocarte y en definitiva a pasarlo mal y sufrir.
Ahora quizás pensarás en la excusa que los psicólogos defendemos frecuentemente; sí, aquello de que “el miedo es necesario” y que sin miedo nos habríamos expuesto a riesgos inaceptables que pondrían en peligro nuestra supervivencia y bienestar. Pero resulta que entre este miedo adaptativo y el miedo limitante hay un gran repertorio de posibilidades donde situarnos a nosotros y las fronteras de lo que consideramos aceptable.
Lo que he observado es que el miedo tiene una gran influencia en la mayoría de decisiones que tomamos en nuestro día a día, y curiosamente me atrevería a decir que pocas veces este miedo cotidiano se podría considerar adaptativo, bueno y saludable. Pero ya que es una opinión personal, te invito a hacer el experimento por ti mismo: piensa en aquellas decisiones que has tomado últimamente, las más importantes podrían girar en torno al amor (la pareja, la familia, los amigos) o el trabajo, pero también piensa en aquellas decisiones que has tomado de forma casi automática como el camino que has escogido para llegar a un lugar, el menú que has comido la última semana o incluso los canales de tv, libros o blogs que has decidido consultar. ¿Hay algún residuo de miedo en estas decisiones?
A veces resulta que el miedo es una motivación oculta extremadamente poderosa. Tenemos miedo a admitir nuestros miedos, y esto hace que pasen desapercibidos. En definitiva tenemos miedo a mirar al miedo a los ojos y confrontarlo. Entonces, ¿cómo hacemos para vencerlo? Primero de todo hay que identificar dichos miedos tal y como has hecho al analizar las decisiones que tomaste recientemente; y después tendremos que ir acercándonos a ellos poco a poco, sin rehuir las consecuencias.
Si hay algo a lo que deberíamos tener miedo, es a las limitaciones que nos generan los propios miedos, ya que restringen nuestra experiencia vital y nos alejan de las posibilidades de aprendizaje que ofrece el sufrimiento; porque el sufrimiento productivo es una herramienta diametralmente opuesta a los miedos limitantes, es una experiencia que nos ayuda a crecer, a madurar y vivir.
Y es que, como decía el gran pensador alemán del S.XIX:
“Vivir es sufrir, sobrevivir es encontrar algo significativo en el sufrimiento” F. Nietzsche
Por: Esteve Planadecursach Soler (psicólogo col. 21.691)
El miedo siempre nos acompaña, en mayor o menor medida, pero creo que es importante que no sea un obstáculo para vivir una vida plena. ¡Me ha encantado tu artículo!
Por eso vale la pena conocer bien nuestros miedos! Gracias por tu comentario